El Ayuntamiento de Peñíscola anuncia la licitación de una ambulancia municipal ante la falta de una base en la localidad financiada por la Conselleria de Sanidad. En este caso, la modalidad elegida es la de transporte no asistido (TNA), con el fin de no incurrir en un caso de duplicidad administrativa, ya que las competencias son de la Generalitat. El alcalde, Andrés Martínez, destaca que la decisión se toma porque desde el departamento autonómico «ni se da la prestación ni se autoriza a que el consistorio ofrezca un servicio en las mismas condiciones», así que apuestan por «una TNA que pueda cubrir estas necesidades». El coste anual de este equipamiento, con cargo a las arcas locales, será de 154.117 euros, para un periodo de dos años, prorrogables por dos ejercicios más. Para el primer edil, la medida se justifica en que la población «suma más gente durante varios meses que la misma capital de la provincia y, a pesar de ello», les obligan «a depender de ambulancias que vienen de otros municipios». Asevera que hasta ahora las asistencias efectuadas por el transporte sanitario propio «han triplicado anualmente a las prestadas por la Conselleria».

Por ello, añade que es «inadmisible que desde la Generalitat no se atienda ni se entienda» esta situación, a pesar de las peticiones formuladas durante los últimos meses. Una de ellas, en el transcurso de la visita institucional que hizo en octubre el president, Ximo Puig, acompañado de la titular de este departamento, Carmen Montón, para conocer las dependencias del nuevo centro de salud. En ese momento, el jefe del Consell declaró que el consistorio «ha hecho una labor muy positiva y un esfuerzo por tener un servicio propio». Y están convencidos de que «hay que encontrar una fórmula para que esto siga así», manifestó el morellano.

ADMINISTRACIONES / Peñíscola lleva muchos años contando con un transporte de pacientes. Al término del presente contrato surgió el conflicto entre administraciones, ya que se solicitó informe, con resultado desfavorable, al entender que se pretende establecer una prestación paralela a la red de vehículos implantada en la zona norte de la provincia.

Hasta ahora, la ambulancia financiada por el Ayuntamiento prestaba funciones de soporte vital básico (SVB), pero en el nuevo pliego se cambia a la modalidad no asistida, con el fin de contar con la tolerancia de la Conselleria. Esto supone que el personal del ambulatorio no puede acompañar a los pacientes. A pesar de ello, para el munícipe, «desde la ciudad se está y estará con las necesidades de los vecinos, así como de sus visitantes, que requieren de algo imprescindible como es una asistencia digna».