El plan de competitividad turística que comparten Benicarló y Peñíscola quedó concluido ayer, con la jornada de puertas abiertas organizada para mostrar la rehabilitación de la antigua caseta de carabineros en la playa del Pebret, en pleno parque natural de Irta. La obra ha tenido un coste de 217.000 euros, y según el alcalde peñiscolano, Andrés Martínez «es un ejemplo de colaboración entre administraciones», tras una compleja tramitación administrativa.

El edificio consta de dos partes. Una de ellas tendrá funciones de centro de interpretación del paraje de Irta, mientras que otra estará destinada para actos de carácter social. En la puesta de largo estuvieron presentes la alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles; la directora del parque natural, Aurora Quero, y también guardias civiles jubilados que trabajaron en este recuperado edificio.