Mientras acaban los trabajos que permitirán la apertura del nuevo centro de salud de Peñíscola, que según las previsiones estará en marcha antes de la llegada de turistas en julio, el equipo de gobierno ya está trabajando en el uso que dará al edificio del actual ambulatorio, situado en la avenida Marcelino Roca.

Tal y como explica el alcalde de la localidad, Andrés Martínez, quieren “que esta infraestructura siga teniendo usos sociales”. Por ello, se baraja la idea de que haya espacios destinados a las entidades sanitarias que operan en el municipio, como la asociación contra el cáncer o la agrupación local de enfermos de alzhéimer.

Además, se podrían ubicar los servicios públicos relacionados con la sanidad y los mayores y proceder al traslado de la unidad de respiro familiar, que recientemente ha abierto sus puertas en otras dependencias municipales. En el caso de las agrupaciones sociales, actualmente están repartidas en varios puntos, tanto en instalaciones propias como en locales cedidos por el consistorio.

INVERSIONES // “Toda esta actividad podría aglutinarse en un único espacio que en un futuro próximo también podría alojar un centro de día con todos los servicios de voluntariado complementarios, convirtiendo este enclave en el centro dedicado a usos sociales de referencia en la localidad”, añade Martínez.

Para ello, no solo será necesario el traslado del centro de salud al nuevo edificio, sino la adecuación de las dependencias que todavía acogen las consultas y las urgencias sanitarias. Una medida que implica la realización de inversiones por parte del Ayuntamiento, que todavía ostenta la propiedad del ambulatorio.

En el nuevo centro de salud queda pendiente la licitación del equipamiento interior y la ejecución, por parte del consistorio, de unas obras en el exterior. H