Causa estragos en el tejido comercial, y crea una mala imagen del destino, a pesar de que su existencia se debe, en mucha medida, al apoyo que le da una parte considerable de la sociedad. Cada verano, el top manta se convierte en uno de los principales problemas de Peñíscola, y para tratar de controlarlo se destina una buena parte de efectivos de la Policía Local. En las últimas semanas se ha producido un cambio de estrategia, con la intención de reducir la proliferación de venta no regulada en la calle, que en las últimas semanas se ha percibido como superior respecto a las campañas anteriores.

Fuentes municipales han señalado que uno de los grandes avances ha sido «el acuerdo alcanzado entre la empresa que gestiona el servicio de autobús comarcal y las policías locales de Peñíscola, Benicarló y Vinaròs, de modo que ya no se permite la subida de fardos muy voluminosos», con los que los manteros solían subirse para repartirse los paseos y la playa. «De esta forma, los vendedores siguen yendo en bus, pero la mercancía va en vehículos, algo más detectable en controles de accesos», han añadido.

Sin ir más lejos, ayer mismo se hizo el alto a un coche de estas características, que se quiso dar a la fuga antes de ser interceptado, casi a la altura de la vecina Benicarló. La mayor parte del centenar de personas que habitualmente se dedican al top manta en Peñíscola viven fuera de la localidad, por lo que uno de los objetivos planteados es evitar que el material llegue a estar en las playas y paseos. Si bien la mayor parte de vendedores son senegaleses, la mayoría de transportistas son paquistanís, «lo que muestra de toda la organización que hay detrás», han indicado.

UBICACIONES // Durante años las inmediaciones de la oficina de turismo, han sido los principales punto de esta venta no regulada. En los últimos tiempos ha habido un cambio de tendencia, por lo que hay puestos en la propia playa, y también decenas de ellos en la zona de Peñismar, aprovechando que es una zona menos transitada, y la presencia policial es más escasa. De momento, en los últimos días se han incautado unos 1.500 objetos, fundamentalmente zapatillas falsificadas.