El principal monumento de Peñíscola ha estrenado este mes las sesiones de visitas teatralizadas al recinto, que combinan las explicaciones históricas con elementos de ficción para atraer al visitante. La iniciativa está programada los domingos de los meses de mayo y octubre, como una forma de incrementar la asistencia al castillo en temporada media.

La entrada al edificio constituye el punto de encuentro, hasta el momento en el que llega el personaje del canterero, maestro de obras que ejerce de guía por las principales dependencias. En su primera intervención, hace referencia a la importancia de los operarios que hicieron posible la transformación de una antigua edificación musulmana en el castillo que ahora conocemos, y cuyas marcas y vestigios siguen presentes en la actualidad.

UNA HORA // Durante una hora, por el patio de armas, el salón gótico, la capilla o el salón del cónclave se van sucediendo escenas en las que cobran vida los integrantes de la Orden del Temple, monarcas medievales o el emblemático Benedicto XIII, el Papa Luna, que habitó en esta fortaleza los últimos años de su vida y a la que dio la condición de sede papal durante el Cisma de Occidente.

Todo ello se complementa con los principales datos históricos sobre los periodos de construcción del edificio, los usos que se daban a las dependencias que rodean el patio de armas, la forma de vida del Papa Luna o la altura sobre la que se asienta esta fortaleza sobre el nivel del mar, lo que la hizo casi inexpugnable.

Las visitas teatralizadas contaron ayer con una gran cantidad de asistentes, ya que Peñíscola se encuentra este fin de semana repleta de turistas, al coincidir la festividad de la Pascua de Pentecostés --de gran arraigo en Cataluña-- con el puente de la fiesta de San Isidro de Madrid.

Esta manera diferente de dar a conocer el castillo forma parte de un conjunto de actividades culturales que se irán sucediendo en los próximos meses y que, en diferentes fechas del verano, incluirá visitas nocturnas. H