Un total de 60 pinos del casco urbano de Peñíscola han sido objeto en los últimos días de un tratamiento contra la procesionaria, justo en el momento en el que las orugas comienzan a descender desde los ovillos situados en la copa de los árboles. Los trabajos, mediante inyecciones en el tronco de los ejemplares, han dado continuidad a la medida aplicada en otoño tras una primavera del 2016 especialmente conflictiva.

Además, el edil de Servicios, Alfonso López, reclama a la Generalitat que aplique tratamientos en el parque natural de la Serra d’Irta, «ya que es un foco de propagación importante que afecta a urbanizaciones colindantes».