Los trámites del nuevo Plan General urbanístico de Peñíscola (PGOU) vivirán en las próximas semanas una fase crucial. Será con una ronda de contactos encaminados a desbloquear el proyecto. El equipo de gobierno local anunció que mañana tendrá lugar una junta de portavoces, en la que los grupos con representación consistorial conocerán las propuestas de los redactores y el resultado de la reunión con técnicos de la Generalitat.

El concejal de Urbanismo, Romualdo Forner, señaló sobre los pasos que «trasladaremos las impresiones para encontrar una vía negociada y de consenso». A este encuentro en el área de Vertebración del Territorio, le debe suceder otro con Medio Ambiente.

Paralelamente, se convocará a los integrantes de la comisión de seguimiento municipal, que incluye a partidos y asociaciones locales, para exponer las posibilidades de crecimiento. «Deberemos tener en cuenta que el documento está ampliamente condicionado por la normativa autonómica, y que esta opción es la única viable frente a conservar el PGOU vigente, del 1977», advirtió el edil.

En abril del pasado año se reactivó este proceso, con un estudio de expertos, que valora una reducción de expectativas para tener el acuerdo con la Administración regional. Ahora se solicita una ampliación, para salvar los convenios que supusieron la construcción del vial de la costa y la depuradora de aguas.