Una vez más, Peñíscola ocupó minutos de televisión en horario de máxima audiencia. En esta ocasión no fue por una serie, sino por la presencia del concurso de Televisión Española Masterchef. El espacio fue el auténtico líder en su franja, con una cuota de pantalla de 16,6% y 2,1 millones de espectadores. La ciudad y el conjunto de la provincia fueron protagonistas de una prueba de exteriores que pasó a la historia de las ya numerosas ediciones del exitoso programa debido a la catastrófica actuación de unos de los dos equipos en liza --el del delantal rojo--, que fue incapaz de servir ninguno de los dos platos que tenía encomendados. Algo nunca visto hasta entonces, para asombro de los seguidores.

La sección comenzó con un conjunto de imágenes de los lugares más emblemáticos, como las playas, tomas aéreas del casco antiguo y del castillo o el parque natural de la Serra d’Irta. También aparecieron otros espacios de referencia, como la ermita de la Magdalena de Castelló. Acto seguido, Pepe Rodríguez hizo mención a la Ruta de Sabor, una iniciativa que impulsa la Diputación para promocionar las virtudes de productos como el langostino de Vinaròs, la alcachofa de Benicarló, la trufa de Els Ports o las cualidades de la clemenules.

La primera localización para el jurado y los concursantes fue el parque de artillería, con la parte posterior del castillo como fondo, donde los capitanes eligieron a los integrantes de sus respectivos equipos. Los siguientes minutos se desarrollaron en el paseo marítimo, con una figura destacada como gran invitada, la carismática Maribel Gil, benicarlanda que fue una de las estrellas de la primera edición de este talent-show.

Valoraciones

El alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, ya conocido el veredicto de los audímetros, se mostró «satisfecho por el paso de este concurso, tanto por la fecha elegida para su emisión, a las puertas de la Semana Santa, como por la espectacularidad de las imágenes. Una inversión realizada en un espacio líder y con un público blanco y familiar», que es el perfil de visitante que buscan.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Javier Moliner, destacó que los espectadores «comprobaron de primera mano que venir a Castellón es venir a saborear la excelencia de la mejor despensa del Mediterráneo», además de dar a conocer la labor de los productores «así como los referentes culinarios de este territorio». El presidente de Agretur, Francisco Ribera, también aludió al impacto positivo por la emisión del programa.

Una vez más, las redes sociales reflejaron la belleza de las imágenes y las ganas que manifestaron algunos de poder estar en vivo para disfrutar de unos días de descanso. Otros tiraron más de la ironía y se apiadaron de los 150 invitados que apenas pudieron comer por la chapuza de los concursantes rojos.

Los alumnos del Centro de Desarrollo Turístico de Castelló (CdT) fueron los encargados de llevar los (pocos) platos a los comensales, en un día que estuvo marcado por el fuerte viento. Aun sí, tuvieron la experiencia de vivir por dentro un rodaje de semejantes características.