Gestionar de manera eficiente los residuos que generan los negocios de hostelería, a la vez que preservar la imagen del núcleo antiguo. Este es el objetivo que se ha marcado Peñíscola con la firma del nuevo contrato de recogida de basuras. La propuesta de la concesionaria es la implantación de una serie de contenedores personalizados en esta zona, en los que se depositarán los desechos y que se podrán sacar a la calle en un horario limitado.

Para el concejal de Servicios, Alfonso López, «este sistema permitiría controlar y mejorar el proceso, evitaría acumulaciones de bolsas en la vía pública y facilitaría a los establecimientos su depósito, pues no tienen que desplazarse hasta ningún contenedor ni centro de aporte».

Antes de su implantación, el consistorio mantendrá una reunión informativa con los encargados de los 47 negocios registrados en el casco histórico, con el fin de conocer sus puntos de vista y recoger propuestas de mejora u otras fórmulas al respecto.

El alcalde, Andrés Martínez, valora que «el contenedor individual y personalizado puede ser una solución práctica para todas las partes», si bien quiere contar «con la opinión de los vecinos».

Por el momento, la compañía encargada de la recogida ya ha mostrado a los dirigentes locales una muestra del recipiente para dejar los restos, acompañado de un sistema de anclaje. López reconoce que las especiales características del recinto amurallado «requerían de un estudio detallado de necesidades, así como de un esfuerzo para aplicar las mejoras que sean eficientes».