El Ayuntamiento de Peñíscola consolida su modelo de ambulancia propia. El motivo radica en que la localidad no cuenta con ninguna base de vehículos de la Conselleria de Sanidad, a pesar de la gente que acude a este destino en los meses de verano. El consistorio inició meses atrás el proceso de contratación que, a su término, ha supuesto la adjudicación a Servicio de Ambulancias Médicas y Urgencias SLU, por 118.800 euros, IVA exento, cada año.

La empresa dará atención durante los dos próximos ejercicios, con la posibilidad de dos prórrogas de 12 meses cada una, bajo la modalidad de transporte no asistido (TNA), con la finalidad de no solaparse con las actividades que presta la red de vehículos sanitarios de la Generalitat valenciana. Hasta ahora, el servicio que se venía desarrollando era el de Soporte Vital Básico (SVB).

Las bases de ambulancia más cercanas a Peñíscola son la de SVB de Benicarló y la SAMU del hospital de Vinaròs. La ausencia de un equipamiento propio impulsó a que tradicionalmente hubiera uno con cargo a las arcas municipales. El gobierno local optó por preservarlo y sacarlo a concurso público, pero se encontraron con la negativa del departamento autonómico, ya que se podía dar una duplicidad de funciones. Por ello, ahora el vehículo solo puede operar como TNA. El alcalde, Andrés Martínez, argumentó en noviembre ante el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que la prestación municipal «realiza unas 1.500 atenciones cada año, por las 600 que registra la Conselleria».

TRABAJADOR SOCIAL / Otro frente abierto tiene que ver con el funcionamiento del centro de salud, que carece de trabajador social. La concejala del área, María Jesús Albiol, afirma que es «fundamental que cuente con uno, tal y como prevé la legalidad vigente en nuestra Comunitat». Propone que la atención se haga al menos un día a la semana por parte de los efectivos ya existentes en el Departamento de Vinaròs, hasta que haya uno destinado a tiempo completo en la localidad.