P ocos acontecimientos futuros para Castellón concitan tanto consenso en la clase política como la alegría por la liberación del peaje en la autopista AP-7. Al menos, en la modalidad de pago que ha estado vigente desde su construcción. A pesar de ello, desde los 15 municipios por donde pasa la infraestructura también avisan de efectos menos agradables.

En el caso de Peñíscola, desde su consistorio indican que las cuentas locales del 2020 deberán tener en cuenta una merma en el apartado de ingresos de «unos 153.000 euros, tras haber hecho los cálculos del dinero ingresado en los últimos años». Un dinero que procede de la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que hasta el presente ejercicio abona la empresa concesionaria de las instalaciones.

La autopista del Mediterráneo discurre por Peñíscola alrededor de 6 kilómetros, entre Santa Magdalena y Benicarló. Una superficie a la que hay que sumar los viales de aceleración y desaceleración, y el peaje ubicado en el propio término municipal.

Desde hace unos días, el área de Hacienda del ayuntamiento ya trabaja en la confección de los próximos presupuestos, que a la hora de sumar los gastos deberán contemplar esta importante merma en las arcas municipales.

OTROS CASOS // Fue Vila-real el que dio el primer aviso, con la cifra de 180.000 euros. Alcalà de Xivert es de las más afectadas, ya que por allí discurren 16 kilómetros, y dejarán de percibir 388.000 euros. La reducción en Vinaròs es de 288.000. Y en Nules y Almenara la desviación en los ingresos por este concepto llegarán a 100.000 y 60.000 euros, respectivamente. En total, 2,5 millones para el conjunto de la provincia.

Mientras tanto, Alcalà o Nules reclaman poder tener un acceso directo entre la vía liberalizada y sus propias localidades para mejorar las conexiones.