Detener el deterioro que se detecta desde hace años en algunas zonas, además de fomentar el uso residencial y las actividades económicas relacionadas con este núcleo. Estos son los objetivos que pretende el Ayuntamiento de Peñíscola con un plan de rehabilitación para el casco antiguo. El consistorio ha presentado una solicitud para que esta iniciativa sea incluida dentro de los programas Feder, concretamente en una convocatoria de las ayudas a proyectos locales para la protección, conservación o recuperación de bienes de patrimonio cultural y su puesta en valor.

El documento presentado ante la Generalitat tiene un valor estimado de 1.682.793,53 de euros, IVA incluido. En el caso de obtener la aprobación de estos propósitos, la subvención alcanzaría el 50% del coste total, mientras que el resto de la inversión iría a cargo de las arcas municipales.

PAVIMENTO / Uno de los aspectos más señalados es la mejora del característico pavimento de piedra, presente en las vías ubicadas dentro de la muralla. «Está previsto que se actúe principalmente en las calles que tienen una mayor presión, aunque también se busca en otras donde se observa especial desgaste», se explica en la memoria que se ha elaborado.

Otros elementos mencionados pasan por las mejoras de servicios públicos, como el soterramiento de las redes de alumbrado público y electricidad, la preparación de canalizaciones para el gas natural y la fibra óptica o la sustitución de los colectores de saneamiento de aguas residuales.

El desarrollo de las medidas dependerá de la concesión por parte de la Administración autonómica. Mientras tanto, desde la propia ciudad ya se está en plenas reformas en el adoquinado de puntos como las calles Atarazanas, Príncipe o Bajada del Bufador, con un periodo aproximado de cuatro meses. La actuación, incluida en las cuentas del 2017, tendrá continuidad en otras áreas con el presupuesto 2018.