La Concejalía de Medio Ambiente de Peñíscola ha tomado cartas en el asunto con el fin de solventar los problemas que está ocasionando la presencia de estorninos en la localidad.

Estiman que había una colonia de más de 500.000 ejemplares y la suciedad que generaban sus excrementos tenía visos de convertirse en un riesgo para la salud, además de provocar las quejas de la ciudadanía, que veía cómo espacios públicos y particulares presentaban un estado insalubre debido los efectos de la invasión de esta especie gregaria. «Se podían ver sobrevolando el pueblo cada tarde en una gran bandada», apuntan los vecinos.

Con el objetivo de erradicar la problemática, el área de Medio Ambiente puso en marcha un plan de acciones en varios puntos de la población. Entre las medidas llevadas a cabo destaca la colocación de dispositivos que emiten sonidos que los estorninos relacionan con el peligro, como graznidos y chillidos de aves rapaces.

El plan ha tenido su efecto y ha facilitado la modificación de las rutas de los estorninos y los han desplazado hacia su hábitat natural, en riberas y zonas boscosas fuera del núcleo urbano. De hecho, desde Medio Ambiente confirman que ya no han detectado estorninos en la arboleda del Centro de Estudios, donde había una gran concentración de aves.

Trabajos hasta final de mes

El área municipal y la empresa adjudicataria informan que los trabajos se prolongarán hasta finales de mes y harán inspecciones periódicas para comprobar la efectividad de las acciones aplicadas. Mientras, el servicio de limpieza se ha empleado a fondo para hacer desaparecer los excrementos acumulados.