El principal acceso a la ciudad de Peñíscola, la carretera CV-141, ya ha quedado reabierta a la circulación en sus dos sentidos tras las obras efectuadas por parte de la Conselleria de Obras Públicas en el tramo comprendido entre la rotonda de la urbanización Estíbaliz y la nueva rotonda que conecta con el Assagador de la Creu y el camino Abellers. La actuación, con un coste de 1,1 millones de euros, comenzó a finales del mes de octubre pasado, aunque fue en enero cuando se cortó el tráfico en el sentido hacia el centro de la ciudad, activándose un itinerario alternativo por el Assagador de la Creu y el vial que une Benicarló y Peñíscola por la zona norte.

El ritmo de los trabajos aumentó de manera considerable en los últimos días, con las labores de asfaltado y el pintado de la señalización. El principal objetivo de esta inversión en un tramo de 1.400 metros es la mejora de la seguridad, debido al elevado riesgo que conlleva el paso de vehículos --especialmente en los meses de verano-- y los accesos de las urbanizaciones ubicadas a su alrededor. Para ello, en esta parte se ha reducido la velocidad, al pasar de 70 a 50 kilómetros por hora.

MEDIANAS / La medida más controvertida de todo este periodo es la fórmula empleada por los técnicos del departamento autonómico para evitar los giros a la izquierda, uno de los factores que más incidentes provocaba en el vial. La intención pasa por que no haya más maniobras de este tipo, por lo que en un primer momento se construyó una mediana continua, que dividía físicamente los dos carriles, uno por sentido.

Protestas de vecinos e informes de la Policía Local advirtieron de los riesgos que conllevaba esta apuesta, ya que dificultaría en gran medida el paso de vehículos de emergencia en caso de incidentes o afectaría a la fluidez del tráfico en el caso de que tuvieran que pasar bicicletas, tractores o camiones de recogida de residuos, que suelen ir a menor velocidad que el resto de usuarios.

Tras una suspensión cautelar de esta medida contínua, y un encuentro entre representantes del Ayuntamiento y la Conselleria, se optó por aplicar este bordillo en los principales accesos de núcleos de viviendas y suprimir la barrera en dos terceras partes.