La aparición de puestos de top manta en la playa y el paseo marítimo de Peñíscola se ha vuelto habitual en los últimos veranos. A pesar de las medidas anunciadas por las diferentes administraciones, la venta ilegal sigue estando presente, con la consiguiente preocupación entre el sector comercial. Esta temporada, el consistorio peñiscolano ha reactivado la campaña desarrollada en años anteriores, en la que se trata de concienciar a los ciudadanos y visitantes sobre aquellos efectos negativos que tiene la compra ilegal en plena vía pública.

El concejal de Turismo y Comercio, Rafael Suescun, mencionó ayer que en este documento, que ya ha comenzado a repartirse, «se informa sobre problemáticas de cada verano y las ordenanzas que hay en vigor al respecto». En el caso de los manteros, se especifica que la norma local sobre convivencia establece la prohibición no solo de vender, sino de también de comprar, por lo que las autoridades pueden proceder a sancionar a los infractores con multas de hasta 1.500 euros». En los folletos también se recuerda que la ordenanza de playas impide la reserva de sombrillas y hamacas en primera línea de arena, con multas de hasta 750 euros.

Además, se incluye un plano, en el que se detallan las áreas de aparcamiento gratuito existentes en varios puntos del municipio, como las inmediaciones de la zona deportiva, la avenida Estación o en el núcleo de Peñismar.