Varias generaciones de peñiscolanos se reunieron un año más en la plaza Santa María, con motivo de las celebraciones del día dedicado a las personas mayores en las fiestas patronales. Por un lado, la gente de más edad disfrutó del reparto de horchata, mientras los niños que forman parte del grupo infantil de danzas hicieron una representación llena de emociones. De esta forma, la tradición ligada a las loas, bailes de bastones y demás pasos de baile volvió a estar presente en las fiestas. La parte siguiente estuvo protagonizada por los integrantes del grupo infantil de la danza-batalla de moros y cristianos, con el canto de albaes y la representación de la lucha que protagonizan los dos bandos.

Para muchos de los asistentes este acto supone una manera de revivir las tradiciones de Peñíscola, ya que hay mayores que por salud no pueden presenciar las actuaciones de los días de la patrona en la plaza de Armas.

La jornada festiva de ayer comenzó en la capilla de Santa Ana, con la tradicional misa dedicada especialmente a los jubilados y pensionistas. Posteriormente intervino el presidente de la entidad de jubilados y pensionistas, Ramón Albiol, dando la bienvenida a los presentes, tanto nacidos en Peñíscola como llegados desde fuera. A mediodía, este colectivo disfrutó de la multitudinaria comida de hermandad.

En cuanto al recinto taurino, Bou per la Vila ofreció un año más su encierro infantil, mientras que por la noche hubo bou embolat de la mano de la ganadería de David Marín. El primer día del torneo de guiñote, una batalla de agua en el recinto de peñas, la noche de revista o la demostración gastronómica internacional completaron el lunes festivo.

Hoy, martes, se celebra la refrescante actividad del Summer Splash, con un tobogán acuático. Desde las 17.00 horas, y durante casi tres, los participantes podrán disfrutar de diferentes propuestas. También tendrá lugar el mesón de la tapa en el Parador. H