La sardinada popular de las fiestas patronales de Peñíscola volvió a demostrar su poder de convocatoria en el recinto de la lonja. Este acto, que cuenta con la colaboración de la cofradía de pescadores local, sirvió en esta edición un total de 350 kilos de sardinas asadas, lo que dio para unas 3.500 raciones. Los asistentes pagaron un tíquet, con el precio simbólico de un euro, que se destina a la financiación de las actividades de la Asociación Española contra el Cáncer de Peñíscola. Integrantes de la entidad colaboraron con esta cita, junto a los marineros del cabildo, miembros del Ayuntamiento, comisión de fiestas y reina y damas. La nota negativa fue la suciedad que presentó el entorno de la lonja, por los restos de botellón en la noche del sábado. Desde el consistorio señalaron que la limpieza del recinto portuario corresponde a la Generalitat, aunque en esta ocasión solicitaron la presencia de efectivos de la compañía Fobesa para adecentar el espacio.

Tras la degustación, la fiesta se trasladó al otro lado de la lonja, con el festival acuático, en el que los más jóvenes disfrutaron del lanzamiento de hinchables y el divertido palo enjabonado.

Por la tarde, hubo toros de la ganadería Machancoses, mientras que, por la noche, tuvo lugar el concurrido sopar de pa i porta en la carpa del Parador de Fiestas. H