Peñíscola emprende estos días unos tratamientos en los pinos de titularidad municipal con el fin de atajar el repunte de orugas de procesionaria. Desde el consistorio indican que la medida afecta a unos 60 ejemplares, ubicados en parques, viales y puntos como el Ullal de l’Estany, donde hay presencia de esta especie de árbol. A raíz de este operativo, advierten de que instalaciones como el parque canino, ubicado en parte de los antiguos jardines del Centro de Estudios, estará cerrado los días 20 y 21 para acometer la actuación.

Según añaden desde la Administración local, en octubre ya se acometió una primera fase de la operación, que ahora se refuerza para limitar la presencia de bolsas con orugas en las copas de los pinos. Desde hace unos años, localidades como Peñíscola apuestan por la endoterapia, al considerarla una forma efectiva de luchar contra la procesionaria y con un menor impacto sobre la población, al hacerse sin nebulizaciones ni la aplicación de sustancias químicas. El problema de esta oruga radica en las molestias de sus pelos urticantes, que afectan de una manera especial a niños pequeños y mascotas.