El Ayuntamiento de Peñíscola aprobó en su último pleno la división del camino Cervera, uno de los más conocidos del término, en cinco viales distintos, con la finalidad de poner fin a las confusiones entre los conductores. Durante décadas, era un punto de paso utilizado casi exclusivamente por trabajadores del campo, pero la proliferación de zonas residenciales a su alrededor, y la existencia de intersecciones con grandes viales, como la CV-141, creaba dudas a la hora de decidir la mejor ruta para llegar a un destino. Algo especialmente necesario si el conductor lleva una furgoneta de reparto o una ambulancia para atender una emergencia.

De esta manera, el tramo más cercano al casco urbano, entre la calle Puntarró y el Camí del Mig, se llamará ahora Camí de la Tancà. La parte entre la CV-141 y el final pasará a ser el Camí de Santa Magdalena, mientras que dos bifurcaciones que también tenían la denominación de Cervera se bautizan como Barranc de Moles y Covetes. La única parte que conserva su nombre original es la que discurre entre el Camí del Mig y el Assagador de la Creu, y que ha sido reasfaltada.

La concejala de Tráfico, Ana Salgado, mencionó que la medida «era una reivindicación de numerosos vecinos, ya que había gente que tenía problemas para encontrar el tramo correcto». Y no es la primera vez que ocurre algo similar con este camino, pues con la urbanización del entorno de Llandells hace una década se optó por denominar como calle Garbí al primer segmento.

ROTULACIÓN // El edil de Urbanismo, Romualdo Forner, añadió que los siguientes pasos «serán la rotulación de las vías y el cambio de numeración de las fincas». También manifestó que se avisará a empresas suministradoras de servicios de mapas y navegadores GPS para que incluyan la modificación cuanto antes.