Las obras de ampliación del cementerio municipal de Peñíscola están en su recta final. En las últimas semanas se han colocado los módulos en los que se ubicarán 172 nuevas sepulturas. En estos momentos se están ultimando los detalles del nuevo muro exterior y el acceso al recinto.

El concejal de Urbanismo, Romualdo Forner, explicó ayer durante una visita a los trabajos que la actuación “estará acabada a finales de mes”, concretó. Para incrementar la superficie se ha ganado terreno a la plaza de acceso, que comparten tanto este servicio como el contiguo tanatorio.

“La nueva fachada, con ladrillo, guarda unidad visual con el tanatorio, mientras que en el interior se ha conservado la fachada origina, de finales del siglo XIX”, afirmó Forner. En los últimos años se han realizado cuatro ampliaciones de nichos. La imposibilidad de seguir creciendo dentro de los muros originales obligó a aumentar el espacio.

El alcalde, Andrés Martínez, señaló que en el futuro “se puede crecer hacia un lateral, con lo que en total se garantiza que haya sitio suficiente para cubrir una década”, por lo que se podrán sumar 150 nuevos nichos.

La Generalitat aprobó el trámite urbanístico que permite la medida y ahora se está pendiente de la adquisición de los terrenos para un nuevo camposanto. Una vez culminada la actual ampliación y la que se desarrollará en el lateral, “habrá que estudiar espacios y ver cuáles son las mejores opciones”, según el primer edil.

El proyecto actual tiene un coste que asciende a los 105.000 euros. El alcalde señaló que “hay inversiones mucho más vistosas, pero esta era necesaria”. En los últimos tiempos se había reducido de forma notable el espacio disponible, en un municipio que tiene un ritmo de defunciones anual de unas 30 personas. H