El escenario del Teatro Municipal Carmen Tur de la Vall d’Uixó fue ayer más valenciano que nunca. Y fue así porque la falla Pensat i Fet escogió la temática central de las tradiciones más autóctonas como eje central del acto de exaltación de su fallera mayor, María Planelles Aragó, quien asumirá la representación de la comisión en solitario, al no haber en esta ocasión fallera mayor infantil.

Lo que no faltó fue la emotividad, en especial cuando Josep Planelles, hermano de María, inició su discurso como mantenedor. Desde la primera frase, el público sintió la conexión especial que los une en muchos sentidos. Aunque en especial, por lo que respecta a su predilección por la indumentaria fallera. Tanto es así, que los asistentes descubrieron que el traje que lucía María tenía un significado muy especial. Como su hermano evidenció, era el que siempre había tenido en la cabeza y que ayer se hizo realidad, junto a su sueño de ser fallera mayor.

Muy intensa y emotiva fue la despedida de las representantes del 2018. Así lo evidenció la más pequeña, Anna Pelegrín, que ya accedió al escenario con lágrimas en los ojos, un estado de ánimo que mantuvo durante toda la lectura de su discurso, contagiando al conjunto de los asistentes.

Entre otros detalles relevantes, destacó la participación de la Asociación Aragonesa de Castellón, hermanada con la falla, que interpretó varias jotas.