El equipo pericial del conocido como caso Castor afirmó ayer, en sede judicial, que Escal UGS alcanzó el máximo conocimiento posible del entorno geológico y de los parámetros operativos precisos para inyectar y extraer gas en condiciones de máxima seguridad. Los ingenieros y geólogos avalan la realización de todos los estudios posibles y el análisis de las estructuras geológicas del entorno, incluyendo las fracturas y las fallas, como la denominada falla Amposta y la conocida como falla Castor, con las tecnologías más avanzadas del mercado.

En su declaración ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Vinaròs, los ingenieros y geólogos Artieda, Hernández y Salete corroboraron la «idoneidad, calidad y amplitud de los estudios» llevados a cabo por la mercantil concesionaria para el desarrollo del almacén de gas frente a la costa vinarocense. Según los expertos, la firma efectuó todos los informes para obtener el máximo conocimiento de la zona y del desarrollo del proyecto con la máxima seguridad y garantías.

INVERSIÓN // Los análisis realizados durante 15 años con una inversión de 40 millones de euros eran suficientes y analizaban en su totalidad la sismicidad y viabilidad de la estructura del depósito, señalaron. Y añadieron que estos cubren todos los aspectos que debe tener en cuenta un trabajo de peligrosidad sísmica, como requería la Fiscalía en este caso, incluido el fenómeno de la sismicidad inducida, desechando el argumento de la acusación basado en la inexistencia de un análisis de este tipo por la filial de ACS.

En el informe pericial rubricado por dicho equipo se confirma que las condiciones geológicas y tectónicas de la ubicación de la instalación eran idóneas para la implantación de un almacenamiento subterráneo de gas, pues se halla en la zona del nivel de más baja peligrosidad sísmica de la Península ibérica, de acuerdo al mapa oficial publicado por el Instituto Geográfico Nacional.

Así, se concluyó que ninguna de las estructuras geológicas del entorno tenía potencial para producir unos eventos sísmicos de relevancia que pudieran afectar a la resistencia o a la estanqueidad de la citada estructura.

Entre los miembros del equipo pericial figura Eduardo Salete, que es experto en sismicidad inducida por embalses y presas y que ha intervenido en más de 170 proyectos nacionales y también internacionales. En la actualidad, trabaja en el diseño sísmico de dos infraestructuras previstas a 10 y 30 kilómetros, respectivamente, del epicentro del gran terremoto ocurrido en Ecuador en el ejercicio 2016 y aporta la máxima seguridad al desarrollo de este importante proyecto.