El Ayuntamiento de Artana hizo público ayer un bando firmado por el alcalde, Enrique Vilar, en el que informaba a los vecinos de que «la Conselleria de Sanidad confirma que, a la vista del resultado de la última analítica del agua de la red municipal, esta puede emplearse para todos los usos, excepto, de momento, para beber, cocinar y la preparación de alimentos, a la espera de una nueva prueba», concretaba. Este avance solo resta una parte de los problemas que la localidad viene padeciendo desde hace una semana, aunque la previsión es que hoy ya se levanten todas las restricciones en el suministro.

RIESGO PRIVADO / Cada cual ha intentado dar respuesta a las necesidades del día a día a su manera, pero parece extendida la decisión particular de ducharse o emplear el agua para lavar ropa y platos bajo su propia «responsabilidad» desde hace tiempo, según aseguró uno de los vecinos consultados, porque no pueden «estar una semana» sin adecentarse «ni limpiar». Una afirmación que evidencia el malestar general.

El problema al que tienen que hacer frente los negocios es diferente. Según ha podido saber Mediterráneo, al menos una peluquería y un restaurante han recurrido al alquiler de depósitos de agua potable adicionales.

En el primer caso, han optado por uno de 1.000 litros «para poder lavar cabezas». En cuanto al segundo, según su propietario, Juan García, en principio, contrató una cuba para que llenara un recipiente de 8.000 litros para poder abastecerse, pero tras conocer que las limitaciones de uso se podían alargar una semana más optó por alquilar «dos de 10.000 litros» con los que cubren «las necesidades del establecimiento» y garantizan «el uso de agua potable en todo momento».

García destacó que «en un servicio con unas 20 personas se gasta una media de más de 2.000 litros», lo que, según sus previsiones, puede obligarle a volver a rellenar estos contenedores en breve, atendiendo a las indicaciones municipales de ayer mismo.

Tras consultar con su asesor legal, tiene claro que reciba las facturas las enviará «al Ayuntamiento», aunque la responsabilidad es de un tercero en este caso.