La concejala de Urbanismo de Almassora, Carmina Martinavarro, puso sobre la mesa ayer, el pleno ordinario correspondiente al mes de abril, el encargo a su departamento de un estudio para la auditoría del suelo municipal.

El Ayuntamiento, explicó la edila, quiere contar con una relación de terrenos dotacionales, superficie y usos que se les puede dar para priorizar sus actuaciones futuras, entre las que figuran las necesidades de usos deportivos y las que tienen los barrios. De hecho, la situación de los clubes de balonmano, baloncesto y gimnasia por las obras del pabellón B del polideportivo municipal obliga a acelerar el trabajo.

Según han recordado fuentes del equipo de gobierno, su realización era una de las pretensiones del ejecutivo local desde la toma de posesión, pero tuvo que retrasarse debido a los proyectos que estaba llevando en marcha Urbanismo, como las obras del futuro colegio Regina Violant.

En este sentido, PSPV y Compromís votaron en contra de la propuesta del PP de solicitar que se aceleren las obras del citado centro escolar para que se puedan activar las del pabellón B «puesto que el consistorio ya trabaja en un plan de infraestructuras deportivas que beneficie al mayor número posibles de disciplinas y la propuesta popular se limita a proponer una solución para los clubes de balonmano y baloncesto», explicó esta parte.

Y confirmaron que su previsión supondrá crear espacios para la gimnasia y los deportes de raqueta, pistas de balonmano y baloncesto y ampliar el gimnasio del Servei Esportiu Municipal.