La piscina de verano de la Vall d’Uixó, ubicada en el paraje de Sant Josep, no volverá a abrir sus puertas este verano ni podrá hacerlo hasta que no se subsane el problema generado por unas graves filtraciones que provocan que el vaso «pierda gran cantidad de agua cada día», según la alcaldesa accidental, Zaida Moreno.

En realidad, pocos usuarios confiaban a estas alturas en que la razón que había motivado el cierre en el mes de julio tuviera una pronta solución, aunque la situación ha generado muchas dudas. Sobre todo, porque en principio, el equipo de gobierno, tras las denuncias del Partido Popular en el último pleno ordinario, negó tener conocimiento del cierre, a pesar de que la empresa concesionaria confirmó a través de un comunicado que se había informado de una problemática que tiene fácil resolución, aunque bastante costosa.

ANALIZAR LAS CAUSAS / Desde que la clausura de las instalaciones se hizo patente, el consistorio trabaja sobre dos vías de actuación: tratar de buscar salidas que permitan garantizar la reapertura para la próxima temporada y depurar responsabilidades. Porque, según Moreno, queda por precisar si la deficiencia detectada se debe «a falta de mantenimiento» o a otros motivos que pudieran tener que ver con la construcción de este complejo lúdico.

El primer paso del Ayuntamiento tras el cierre fue acudir a la piscina con los técnicos municipales y los de la empresa Facsa --que gestiona el suministro y mantenimiento de la red de agua potable de la ciudad-- que, tras un examen minucioso, corroboraron la existencia de las citadas filtraciones, razón principal que desaconsejaba reabrir de manera provisional este verano «porque en los tiempos que corren, no podemos permitir la pérdida de tal cantidad de agua», detalló la portavoz municipal. «La inversión que hace falta no es pequeña», aunque ese no sería el principal inconveniente. Se está valorando a quién le correspondería asumirla, de acuerdo con el contrato de adjudicación en vigor.