Antes de finalizar el 2020 el Poblat Íber de Sant Josep, en la Vall d’Uixó, será objeto de una nueva fase de excavaciones arqueológicas que persigue definir con mayor exactitud qué impacto tuvo y durante cuánto tiempo estuvo asentada la civilización tardo-romana que ya ha podido documentarse en investigaciones anteriores, así como seguir arrojando luz sobre la presencia ibera en la zona, que «es la fase más importante», como concretó la arqueóloga, Anna Viciach.

Aunque todavía no hay una fecha establecida para la reanudación de los trabajos, dado que los primeros pasan por la redacción del proyecto técnico que justifica y concreta la actuación, sí que existe una partida presupuestaria específica para ello, como confirmaron desde el Ayuntamiento, donde la intención es sacar el máximo partido posible de un recurso informativo --desde un punto de vista científico-- y turístico, tal y como demostrarían las más de 1.000 visitas que ha recibido la exposición organizada en febrero, en la que dieron a conocer una parte significativa de los restos aparecidos en el yacimiento ubicado sobre las populares Coves de Sant Josep.

Según explicó Viciach, el objetivo del nuevo proyecto, que intervendrá «sobre una superficie pequeña, en la parte interior, de unos 20 m2» --por razones meramente presupuestarias--, es «continuar con la trama urbana ampliando la información sobre las diferentes épocas de ocupación» de esta área histórica.

AVANCES SIGNIFICATIVOS / En la anterior fase de investigación, desarrollada durante el 2019, «más o menos definimos el perímetro del poblado, aunque queda muchísima superficie por excavar».

El hecho de que estén identificados dos asentamientos con una diferencia de unos seis siglos, es lo que centrará las tareas de profundización. Cierto es que los restos romanos están sobre los íberos. Por el momento, el propósito «es dejar las estructuras más recientes» --del siglo IV d.C.-- «y más adelante ya se valorará qué hacer», si mantenerlas o priorizar las iberas, «datadas en el siglo II antes de nuestra era».

En cuanto al éxito de la muestra que durante tres semanas ha podido visitarse en el Palau de Vivel, las más de 500 entradas libres y 500 de estudiantes evidencia la necesidad de un espacio expositivo adecuado que para el equipo de gobierno sería la Fàbrica de la Llum, aunque es un proyecto sin planificación a corto plazo.