Todo listo en l’Alcora para su primera Rompida de la Hora como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Y es que, incluso, ya se piensa en un plan B en el caso de que la lluvia impida finalmente su celebración a cielo abierto.

De esta forma, en el supuesto de que las condiciones meteorológicas no permitan que la cita se lleve a cabo en la plaza España se optará por trasladar el evento a la Pista Jardín. Eso sí, solo se tomará esta medida si la precipitación es muy intensa, ya que si solo se trata de una llovizna se mantendrá la ubicación tradicional y se desfilará por el casco antiguo, aunque no se descarta recortar el recorrido. En cualquier caso, desde la organización confían en que las predicciones meteorológicas no se cumplan y se pueda realizar este acto con normalidad, máxime en un año marcado por la nueva distinción mundial y por el de poseer el segundo bombo más grande del mundo.

Más de 1.000 tambores y bombos sonarán al unísono mañana, Viernes Santo, al mediodía. Una cita que se vivirá este año con intensidad no solo en l’Alcora sino también en los municipios de Agramón, Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Alzira, Andorra (Teruel), Baena, Calanda, Hellín, Híjar, la Puebla de Híjar, Moratalla, Mula, Samper de Calanda, Tobarra, Urrea de Gaén. Todos ellos unidos por la reciente declaración de la fiesta como Patrimonio de la Humanidad.

‘ROMPEDOR’ DE HONOR // Y para una ocasión tan especial, la Hermandad del Cristo, organizadora de esta cita, ha elegido al doctor José Luis Esteban, fundador de la Rompida de la Hora de l’Alcora, como rompedor de honor de este significativo año del 2019. «Será uno de los días más felices de mi vida, sobre todo por el esfuerzo colectivo que se ha visto recompensado con la mayor distinción mundial y lo que ello supondrá para l’Alcora», afirma Esteban.

Se trata de una persona considerada, junto a quienes le apoyaron en el principio, como uno de los principales artífices de la consolidación del protagonismo del tambor en la capital de l’Alcalatén. «La primera Rompida fue en 1991 y, desde entonces, ha crecido tanto en participantes como en gente que acude a verla, logrando consolidarse como un acto firme, serio y relevante en la Semana Santa de toda la Comunitat», señaló Esteban.

Asimismo, destacó que una de las particularidades de la cita alcorina es que «puede participar toda aquella persona que lleve tambor o bombo y que vista la túnica correspondiente».