El mundo fallero de Burriana ha acogido con disgusto la decisión de la presidenta de la Junta Local Fallera (JLF) y concejala de Fiestas, Lluïsa Monferrer, de modificar las carrozas en las que desfilarán las reinas falleras y sus respectivas cortes de honor en la Batalla de Flors. En lugar de ser monumentos hechos con los tradicionales papeles de seda multicolor colocados uno a uno, serán estructuras de fibra de vidrio, material que se usa para construir los cascos de barcas o algunos ninots. Según ha podido conocer este periódico, el malestar es tal que la Federació de Falles de Burriana prepara un comunicado oficial en el que mostrará su desacuerdo con esta decisión.

Todas las comisiones falleras participarán con las carrozas realizadas en papeles de seda y algunas de ellas, como Club 53 o el Barri València, han estado trabajando a lo largo del verano para presentar unas carrozas totalmente renovadas.

La Batalla de Flors es un acto que cierra las fiestas patronales en honor a la Mare de Déu de la Misericòrdia y en las que se obliga por convenio a las fallas a participar. Sin embargo, lamentan que la Junta Local Fallera “lo hará con una carroza que para nada engrandece la fiesta”, comentan fuentes de diversas fallas. De hecho, recuerdan que estos monumentos causan admiración entre los asistentes y suponen mucho esfuerzo para las comisiones, tanto en tiempo como en dinero.

Además, hace apenas año y medio, se estrenaron dos carrozas confeccionadas con la misma técnica que utilizan las fallas, elaboradas de manera gratuita y totalmente desinteresada por el padre de la entonces reina fallera infantil y un grupo de colaboradores. Con el tiempo, el papel de seda se estropea, pero todavía estaba en buenas condiciones y por eso llamó más la atención la llamada de la edila de Fiestas para comunicarles que debían desmontar las carrozas para transportar las plataformas hasta un almacén donde se elaboran las nuevas estructuras de fibra de vidrio.

Las desavenencias entre Monferrer y el mundo fallero de Burriana vienen de lejos. En marzo ya hubo algunos roces, al no aceptar las fallas un acto culinario propuesto por la edil porque, dijeron, en la semana de Fallas no hay tiempo para más eventos. Después llegó la petición de la Federació de Falles de ir asumiendo mayores competencias e, incluso, fusionarse con Junta Local Fallera, como prometieron los grupos políticos en la pasada campaña electoral. Pero se encontraron con la negativa de la edila. H