La tensión política que se vive en la Vilavella está cobrando protagonismo en casi todas las facetas de la vida del municipio. Al menos, eso se desprende de la denuncia presentada por el PSPV local tras los hechos acontecidos el pasado sábado, cuando los dos toros exhibidos en Festa la Vila acabaron desplomados en medio de la plaza nada más salir, con una diferencia de escasos minutos.

EN MANOS DEL SEPRONA / Así lo confirmaron fuentes de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, desde donde informaron de que, en respuesta a esta denuncia socialista, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, el Seprona, ha asumido la investigación del caso. De la resolución de sus pesquisas dependerá que sea una conselleria u otra la que abra --si se considera pertinente--, un expediente sancionador.

De este modo, se añade un capítulo más a un episodio rocambolesco que comenzó en los días previos a Festa la Vila, cuando el equipo de gobierno del Partido Popular e Independents per la Vilavella, afearon públicamente que el anterior gobierno socialista --que estuvo al frente del consistorio apenas unas semanas-- comprara dos toros cerriles en un cebadero de Valladolid.

Según la normativa valenciana, estos animales solo tienen dos salidas: ir directamente a una plaza para su lidia o al matadero, pero no pueden estar en contacto con otros ejemplares de distinta procedencia. Esta fue la razón por la que no se dio autorización para su exhibición en primera instancia, aunque tras diferentes gestiones y trasladar la suelta de ambos astados al mismo día, se concedió con una condición: que debía desinfectarse por completo el recinto taurino y los toriles. Así se hizo ayer.

Por razones que todavía se desconocen, los protagonistas de esta polémica tenían algo más que decir y su sonoro desfallecimiento ante cientos de aficionados ha provocado un nuevo rifirrafe político, cuyas consecuencias, visto lo visto, están por determinar.

El PSPV, a quien el equipo de gobierno responsabilizó públicamente de los quebraderos de cabeza que le ha supuesto al Ayuntamiento conseguir la autorización para su exhibición, ha lidiado la batalla en las redes sociales, donde este fin de semana colgó un video de la encajonada de los dos astados para demostrar que «salieron en condiciones» del cebadero de Valladolid.

Unos y otros quieren buscar responsabilidades y esclarecer lo sucedido, porque nadie se explica qué pudo pasar para que los dos toros acabaran acostados en la plaza.