Las primeras jornadas de reanudación de obras empiezan con desconcierto. La Policía Local de Benicàssim ha tenido que intervenir porque habían vuelto a trabajar operarios en reformas que no están todavía permitidas.

Y es que el Gobierno de España no autoriza los trabajos en edificios habitados, una restricción que entró en vigor el domingo, cuando fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que estará vigente hasta que levanten el estado de alarma o mientras existan circunstancias de salud pública que lo justifiquen. Así pretenden evitar el riesgo de propagación y contagio del covid-19 para las personas no relacionadas con esta actividad, en un contexto de necesaria prudencia.

A FAVOR / Numerosos residentes en bloques de apartamentos de Benicàssim aplauden la medida, que además echaron en falta al principio del confinamiento. Y es que, pese a ser pocas personas viviendo todo el año, había un gran movimiento de obreros haciendo reformas en viviendas para que estén listas en verano. Los afectados denunciaban también los múltiples viajes que hacían, bajando y subiendo continuamente para cargar material o tirar escombros, además de un elevado uso del ascensor.

El lunes, y en el caso de la Comunitat Valenciana el martes, se retomaron algunas actividades no esenciales, como la construcción, con las excepciones mencionadas y siempre que se garanticen medidas de seguridad que eviten el contagio por coronavirus.

La situación no solo se vivió en Benicàssim, ya que en otros puntos de la provincia advirtieron de obras reanudadas, sin estar permitidas, y fue necesaria la actuación de agentes policiales para paralizarlas. Si continúan, serán denunciados y sancionados.