La secretaria general del Partido Popular de Castellón, Elena Vicente-Ruiz, lamentó «el bochorno» ocurrido en la Vilavella, tras la difusión de unas grabaciones --por parte del PP-- protagonizadas por su ya exalcalde, el socialista Manel Martínez, que supusieron su dimisión y la convocatoria de un pleno que ha llevado a un vuelco en la corporación. «La Vilavella ha sufrido un escarnio injusto en manos del PSOE, que ha demostrado una conducta indecente y reprobable que ha avergonzado a todo un pueblo», afirmó ayer.

Para la dirigente provincial «la ambición política es respetable, pero no debería valer todo. Y el PSOE ha demostrado que no había problemas en poner sobre la mesa algo más que un reparto de delegaciones». Desde las filas socialistas, Santi Pérez dijo que en el PP «nunca levantaron la voz para mostrar su desacuerdo con Carlos Fabra, Francisco Martínez o la Gürtel».