Los oropesinos dieron ayer la bienvenida a su semana grande del año con el disparo de las 52 carcasas conmemorativas, celebrando así los años que la Virgen de la Paciencia lleva en el municipio después de ser restaurada. La reina de las fiestas, Raquel Cabezas, junto a sus damas de honor y el alcalde, Rafael Albert, fue la encargada de encender la mecha. Después, pasaron las cintas por el manto de la patrona para bendecirlas y procedieron a repartirlas entre todos los asistentes en la plaza de la Iglesia.

Por la tarde, el centro del municipio acogió otro de los actos más tradicionales y que también dan comienzo a la semana festiva, el Pregó, que contó con la participación de numerosos vecinos de la localidad, vestidos de época con carros representando los oficios de antaño, dominados por la agricultura. Incluso había alguno con una pequeña huerta real de tomateras que causó expectación entre el público.

CENA // El evento también contó con muestras de danza, con varias exhibiciones que iban amenizando el desfile, en el que no faltaron los caballos o las carrozas con una amplia representación de reinas y damas de municipios vecinos como Benicàssim, Peñíscola, Alcalà de Xivert o Benicarló, entre otros. Por la noche, centenares de peñistas y vecinos participaron en una concurrida cena de sobaquillo. H