La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, defiende que su localidad tiene en la actualidad la presión fiscal más baja desde el ejercicio 2010. Una afirmación que sustenta en un informe realizado por la Intervención municipal que detalla que los ingresos por habitante, a este respecto, «son inferiores a los reconocidos durante los años de crisis económica y también después».

En concreto, en el 2017 el consistorio recaudaba una media por vecino de 549,84 euros, frente a los 708,84 que llegaron a pagarse en el 2012 o los 664,40 del 2013. Unos datos que, según Galí, «son la prueba que demuestra la voluntad por aligerar la economía doméstica a lo largo de la legislatura». Para constatarlo, insistió en que los ingresos fiscales por habitante en el año 2015 eran de 550,32 euros y el año pasado cayeron a los 549,84 euros a los que hace mención la Intervención.

Galí insiste en que «esto evidencia que hace cinco años, un vecino de Almassora pagaba 159 euros más de impuestos que en la actualidad, a pesar de que la inversión es mayor, como también los servicios». Así, insiste en que «frente a la campaña de descrédito, la realidad está en los números, que confirman la disminución de la presión fiscal en los últimos años».