Mientras operarios de la brigada municipal y personal sanitario del centro de salud del Carbonaire, en la Vall d’Uixó, se dedicaban ayer por la mañana a trasladar el mobiliario y el material necesario para poder habilitar las consultas de las matronas y la unidad de salud sexual y reproductiva en una de las casetes dels mestres, trascendían los primeros plazos que afectarán a la reforma del edificio en el que la semana pasada apareció una aparatosa grieta en la fachada.

Esta misma semana pretenden proceder a la «demolición controlada del muro lateral», confirma la alcaldesa, Tania Baños, según la información facilitada desde la Conselleria de Sanidad. Para que pueda ser así, el primer paso se dio ayer, con el cierre de la memoria valorada, redactada por el arquitecto y la constructora, en la que se definirá «cómo se ejecuta el derribo y las condiciones de seguridad», concreta la socialista.

ACCIONES PREVIAS / A lo largo del día de hoy está prevista una reunión entre el departamento de Urbanismo, el arquitecto y la constructora para organizar los trabajos, de manera que si todo se desarrolla como prevén, intentarán «que se inicie el miércoles», concretaron al consistorio desde la institución autonómica.

Esta intervención requiere de una serie de trámites y permisos que, como asegura la concejala de Urbanismo, van «a facilitar y agilizar al máximo», subraya.

Estos días se ha podido comprobar cómo gran parte de la fachada afectada por la grieta ha caído, pero, según las previsiones, las acciones planteadas ahora se desarrollarán para retirar todo el cerramiento y garantizar por completo la seguridad de usuarios y personal sanitario.