Un trámite que debería ser habitual una vez al año en cualquier ayuntamiento, como es el de aprobar la planificación económica del municipio para los próximos 12 meses, se ha convertido en algo tortuoso y que brilla por su ausencia en Borriol. Hasta el punto de que hace cinco años que no se produce, ya que siguen con las cuentas prorrogadas del 2016, que todavía están en vigor.

Sin embargo, si no se produce un giro inesperado de última hora después de la comisión informativa de ayer, pronto podrán poner fin a tantos años de bloqueo. No en vano, el equipo de gobierno (formado por Compromís y Veïns de Borriol) aprobará en el pleno del próximo jueves, día 28, el que será el primer presupuesto en un lustro y el segundo en siete años.

Para llegar a este deseado momento, el alcalde, Hèctor Ramos (Compromís), no esconde que el pacto formalizado en septiembre con sus actuales socios de gobierno, Veïns, ha sido «fundamental». «Nos han ayudado mucho, gracias a ellos tenemos una necesaria mayoría», admite el primer edil.

Eso sí, subraya que la situación financiera de las arcas municipales «es la que es», por lo que avisa que el presupuesto, que ascenderá a un total de 4.555.890, 66 euros, será «muy, muy austero» y con muy pocas inversiones.

El pago de los préstamos condiciona las cuentas

El motivo de esa austeridad, razona el alcalde, es el pago de los préstamos a los que deben seguir haciendo frente, que «lastran» al Ayuntamiento. Las secuelas de esas operaciones, que Ramos recuerda que se remontan a la última etapa del gobierno del PP en la localidad, entre el 2011 y 2015, a las que recurrieron entonces para pagar a proveedores ante la falta de liquidez, provocará que 421.256,44 euros de las futuras cuentas tengan que ir en este 2021 a seguir descontando el total del compromiso «heredado» con los bancos.

Pese a ese nuevo desembolso, contando la anterior cantidad, la corporación tiene que abonar un total de 707.777,71 euros durante los próximos años, en esta legislatura, para solventar y dejar atrás los préstamos. El reparto que prevén por ejercicios es: 421.256,44 euros en este 2021, 258.730,68 en el 2022 y 27.791,59 para el 2023.

Un «lastre» que dejó las cuentas del consistorio en una situación económica tan delicada, casi en quiebra, que poco faltó para que fueran intervenidas por Hacienda. «No tuvieron que hacerlo porque nos hemos intervenido nosotros mismos. No se puede gastar menos, estamos atados de pies y manos», afirma el alcalde.

L'Espai Sociocultural Els Llavadors, la propuesta estrella

Del total del presupuesto que prevén aprobar el jueves, el bipartito prevé destinar 104.360,25 euros a inversiones, entre la que destaca especialmente hacer realidad el proyecto de l’Espai Sociocultural Els Llavadors, la rebautizada Casa de la Cultura, después de que el edificio que iba a acoger esta instalación siga inacabado una década después. El inmueble, que contará con el apoyo económico de la Diputación (ha recibido una subvención de 75.000 euros), acogerá la biblioteca, el archivo histórico municipal y salas de reunión para las asociaciones de vecinos.