El Ministerio de Hacienda ha aprobado un coeficiente reductor del 0,92 que supondrá una bajada del valor catastral en Benicàssim del 8%, según comunican fuentes municipales. Pero la alcaldesa, Susana Marqués, advirtió a los ciudadanos durante la celebración del Consejo de Participación Ciudadana que la nueva situación supondrá una caída de ingresos para las arcas municipales de 1.200.000 euros. «Sumados a los 2.600.000 que llevamos arrastrando en caída desde el 2013 (por las medidas fiscales impulsadas), esto conlleva que el Ayuntamiento no pueda continuar acometiendo nuevas infraestructuras, y para continuar con los servicios que tiene contractualizados y los que no lo están, tiene que generar ingresos».

En este escenario económico, el equipo de gobierno propondrá en un pleno extraordinario el miércoles, tras pasarlo por comisión informativa, «modificar el tipo de gravamen del 0,52 de ahora al 0,56» para compensar de esta forma la merma de ingresos que tendrá el consistorio en el 2017, «porque, si no modificamos el tipo, el Ayuntamiento entraría en quiebra económica».

La intención con esta medida es que el Ayuntamiento genere ingresos para poder contemplar una partida en el capítulo de inversiones del nuevo presupuesto destinada a la ejecución de proyectos tan demandados por los vecinos como la prolongación de la carretera de Castellón a Benicàssim (CV-149), que cuesta unos 900.000 euros, el barranco de Farja (600.000 euros), la adecuación de la calle Bisbe Serra (480.000), el colector de Mosen Elies (110.000) o la segunda fase de la calle La Corte (250.000), «todas ellas pactadas en inversiones prioritarias con el resto de grupos políticos», destacó la alcaldesa benicense.