La prolongación de la CV-149 desde la rotonda de la paella hasta la avenida Mohíno de Benicàssim quedará a la espera de cómo se resuelve el PAI Benicàssim Golf.

La actuación estaba previsto empezar a ejecutarla este año a través de los remanentes con una inversión cercana al millón de euros, ya que además cuenta con el proyecto redactado y aprobado. «Pero ahora no es el momento», según explica el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz.

Y es que todo este tramo de cuatro carriles está dentro de Benicàssim Golf. Según indica el edil, la empresa ha presentado su renuncia como agente urbanizador al desarrollo del PAI, tras años enquistado por cuestiones medioambientales. Por lo que el Ayuntamiento trabaja actualmente en la resolución del programa.

«Ya tenemos todo preparado para llevarlo a comisión y pleno, pero hay que dar audiencia a todos los titulares catastrales para que puedan hacer alegaciones. Hay que notificarlos a todos y son alrededor de 300 propietarios. Ha habido que actualizar todas las notas simples en el Registro de la Propiedad para avisar a los dueños reales y en la actualidad estamos en esta parte del proceso, en que nos diga el registro los titulares registrales actuales», detalla. El Tribunal Supremo (TS) declaró nulo en el año 2013 la aprobación del plan parcial de mejora de Benicàssim Golf del 2005 por asentarse sobre un humedal, que posteriormente fue en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunitat Valenciana.

Tras esta resolución, también resultó ser incompatible el proyecto de encauzamiento del barranco de la Parreta debido a que pasaba por la zona de especial protección del Cuadro de Santiago, actuación que se planteaba para dar solución a los problemas de inundabilidad.

El Ayuntamiento ya tiene sobre la mesa la intervención que finalmente se llevará a cabo y que fue la resultante de un estudio encargado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para compatibilizar el respeto por el humedal con las soluciones a los problemas de inundaciones en las viviendas próximas. El nuevo plan consiste en la construcción de unos diques y un lago laminador, que retenga el agua de las lluvias y que cuando sea necesario se vaya sacando al mar.