Vilafranca vuelve a tener agua potable 57 días después. El Ayuntamiento notificó el jueves a los vecinos que el suministro ya es apto para el consumo humano después de dos meses con problemas en la red de abastecimiento.

El problema, como ya informó este periódico, empezó el pasado 14 de agosto cuando los vecinos detectaron que el agua corriente salía turbia. Desde entonces, el consistorio ha trabajado con Facsa, técnicos de la Conselleria de Agricultura y la Dirección General del Agua para solventar el problema, del cual ha ido informando los pasos a los residentes.

La avería comenzó a partir de las obras que este último organismo hizo en los pozos de les Llargueres I y II que abastecen al municipio. La bajada del nivel del suministro en uno de esos pozos, junto con el movimiento de los sedimentos que hay en su interior, detonaron la turbidez en el líquido.

La falta de suministro no ha estado exenta de reproches y el equipo de gobierno que preside Silvia Colom ha sido duramente criticado por la oposición que ejerce Compromís. Acusaciones de falta de información y desmentidos por parte del consistorio se han sucedido durante estas semanas. Además, la formación nacionalista ha mostrado diariamente la gravedad del problema con un contador de días que reflejaba la tardanza en solucionar la avería.