El Museu Arqueològic del Torrelló de Almassora cumple 25 años y para celebrar este primer cuarto de siglo la Concejalía de Patrimonio programa cuatro jornadas de puertas abiertas y rutas guiadas por el casco antiguo durante este mes, coincidiendo también con el final de la primera fase de las obras en la Vila de Almassora. Museo y casco antiguo han recibido ayudas de los Feder de la UE para ejecutar mejoras junto a la aportación del Ayuntamiento (cada parte asume el 50%).

Las jornadas de puertas abiertas del museo situado en la calle Mayor contarán con guía y tendrán lugar los sábados 17 y 24, de 11.00 a 13.00 y de 19.00 a 21.00 horas; y los domingos 18 y 25, de 11.00 a 13.00. Será obligatorio el uso de la mascarilla, pero no es necesaria la inscripción previa.

El aforo de la sala, limitado ahora a 18 personas, permitirá hacer turnos para acceder a la colección de uno de los poblados iberos referente de la Península ibérica.

Además, una proyección de vídeo, el viernes 16, recordará la trayectoria del museo en la plaza de la Iglesia. La sala donde se conservan los restos del yacimiento recibirá a los visitantes tras una inversión de 19.247,24 euros para instalar iluminación eficiente, presupuesto cofinanciado con la UE. De igual forma, quienes reserven plaza para recorrer la Vila comprobarán de primera mano el resultado de la primera fase de la peatonalización, valorada en 441.940,52 euros, subvencionadas también al 50% con los planes Feder

En este caso, las rutas por la Vila para descubrir los lugares de interés disponen de aforo limitado y las personas interesadas tienen que reservar plaza en la web municipal.

Visitas

Las visitas están programadas coincidiendo con las jornadas de puertas abiertas del museo, de manera que los visitantes aprovechen el desplazamiento al casco antiguo para conocer los edificios emblemáticos y la colección permanente del Torrelló. Las rutas saldrán del museo a las 11.00 horas los días 17, 18, 24 y 25, y los sábados 17 y 24 habrá visita nocturna a las 19.30 horas.

«La pandemia nos impide celebrar el aniversario con un evento multitudinario como nos hubiera gustado, pero 25 años de la inauguración de la sala son una fecha con suficiente consistencia como para programar actos en pequeño formato que rememoren una trayectoria consolidada», dice la edila del área, Carmina Martinavarro.

Avanza su voluntad de configurar un calendario continuado de visitas al museo para abrir la colección al mayor número posible de usuarios. El ciclo se convertirá, cuando el virus lo permita, en un espacio de conocimiento activo para aprender cómo era la vida de las personas que habitaron el poblado hace más de 2.000 años.