El primer gran desfile fue presenciado por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que antes firmó el libro de honor en el Salón de Plenos. Puig defendió las fiestas de la Comunitat, como el Carnaval de Vinaròs, que son “un revulsivo cultural y económico”. E hizo un paralelismo del carnaval y las negociaciones que se están llevando a cabo para formar gobierno. Señaló que “el carnaval tiene un significado de rebeldía, de superar las ortodoxias, y creo que es un buen momento para superarlas y para estar al lado de un sentimiento más abierto”. J. F.