El president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, visitará el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) de Almassora el próximo lunes, cuando se cumple el primer mes en funcionamiento del edificio, que costó 2,4 millones de euros y que estuvo abandonado desde su construcción, en el 2010.

La adecuación del recinto a las necesidades de los usuarios ha permitido convertirlo en espacio de referencia de la investigación cerámica.

La alcaldesa, Merche Galí, celebra que el instituto «de ya sus primeros pasos como motor de empleo estable y de calidad, en unas instalaciones abandonadas cerca de una década, pese a las múltiples prestaciones que ofrecía».

No en vano, una parte de la actividad que se desarrollaba en la sede del ITC de la Universitat Jaume I (UJI) trabaja desde principios de año en el nuevo edificio de la avenida del Torrelló, gracias a la cesión que efectuó el Consell a finales del ejercicio 2017.

Galí agradece a Puig «que regrese a la localidad cuando se cumple el primer aniversario de su compromiso por situar el epicentro de la investigación cerámica en un polígono industrial, el SUPOI-8, que aspira a situarse a la vanguardia de la creación de ocupación, a través de su apuesta por la industria 4.0», argumenta.