Disgusto, rabia e impotencia. Así se sienten los miembros de la peña El Bou de Burriana que, todavía hoy --más de 15 días después de que acabaran las fiestas de la Misericòrdia--, desconocen el paradero del toro de la ganadería de Cebada Gago, Alborozado, que patrocinaron en las celebraciones patronales. Sin saber cómo, la cabeza del morlaco ha desaparecido del matadero y la agrupación se ha quedado sin poderla llevar a un taxidermista para que la embalsamara.

Según explican desde la colla, al día siguiente de la lidia (se exhibió el 14 de septiembre junto a Nubarrón), desde el matadero les dijeron que «se habían equivocado y que habían degollado al animal». Aun así, los miembros de la peña insistieron en recoger lo que hubiese del astado, pero no les entregaron la cabeza, «solo unos cuernos, que no se sabe ni de qué animal son, y las patas, pero tres delanteras y una trasera», apuntan los afectados.

El hecho indigna más aún cuando, según aseguran, «el veterinario tramitó toda la documentación y el taxidermista elaboró un croquis de cómo había que sacar la cabeza». «Les dijimos que queríamos el toro completo; cabeza, patas, hierro y rabo, que tampoco nos entregaron», dicen.

Por todo ello, la peña El Bou ha presentado una reclamación por escrito, pero no ha obtenido respuesta y estudian solicitar una compensación económica. «Si nos dicen que ha habido una negligencia, como mínimo, ya tendrán parte de responsabilidad, porque han podido estropear la cabeza del toro, pero es que ni siquiera nos la han entregado estropeada», lamentan desde la agrupación taurina.

Al parecer, este extraño suceso no ha sido un caso aislado y existe otra peña de Burriana que fue a por la cabeza de su ejemplar y tampoco estaba, aunque apareció al día siguiente. En el caso de Nubarrón, su propietario sí recogió la cabeza, las patas, el rabo y el hierro. El mediático astado, número 10 de Partido de Resina, ya está en manos de un taxidermista.