La colocación de un bordillo de separación entre los carriles del vial CV-141, en obras desde octubre, ha originado quejas de vecinos, al considerar que creará más problemas al tráfico en el principal acceso a la ciudad. El alcalde, Andrés Martínez, reveló ayer que mantuvo una conversación telefónica con la consellera de Obras Públicas en funciones, María José Salvador, para analizar la situación. Aseguró que informes municipales ya advirtieron a la Generalitat sobre las incidencias que podría implicar esta división de los carriles. B. R.