La Asociación de Vecinos de Carmaday recordó ayer que esta semana se cumple un año desde que tanto Conselleria de Obras Públicas como el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó se comprometieron a ofrecer una alternativa de mejora para la obra de urbanización de los accesos, que supuso la construcción de dos rotondas, que han creado descontento entre los residentes desde el principio.

Según han manifestado públicamente, han pasado 12 meses «desde que nos comprometimos a retirar las pancartas a cambio de soluciones» y la constatación de su malestar se ha escenificado de la misma forma que entonces: colgando de las viviendas mensajes de protesta contra las administraciones local y autonómica.

Precisamente fuentes de esta última reconocieron ayer que «la Conselleria está trabajando en el diseño de esta actuación», pero no ofrecieron plazos. En concreto, señalaron que «se presentará en los próximos meses para consensuar la mejor solución con los vecinos y los agentes sociales».

protestas APLAZADAS / Desde el primer momento, la AAVV denunció que una de las glorietas estaba demasiado cerca de los inmuebles y no permitía maniobrar a los vehículos más grandes, que generaban ruidos y colapsos de tráfico. También alertaron sobre la deficiente evacuación del agua. Al menos en dos ocasiones, Generalitat ha intervenido desde la apertura de esta infraestructura para mitigar estos problemas y entre las medidas aplicadas se incluyó el desvío de los camiones.

Con las últimas lluvias torrenciales, las quejas se reprodujeron ante la evidencia de que la calzada volvió a anegarse y el miércoles, tras un año de espera «en el que no tenemos noticias de ninguna de las soluciones que se necesitan», decidieron volver a colgar las pancartas con mensajes como «Queremos una rotonda en los terrenos expropiados, no más chapuzas» o «Ayuntamiento y Conselleria nos dicen que es la entrada perfecta». Su intención es ahora «visibilizar nuestras reivindicaciones», remarcan.