La recepción de la obra de reforma de la fachada del centro de salud del Carbonaire, en la Vall d’Uixó, se hará efectiva el próximo 14 de febrero. Será así si no se producen imprevistos y la climatología lo permite, según ha podido confirmar Mediterráneo de fuentes de la Conselleria de Sanidad.

Si los plazos no se ven alterados, este anuncio supondrá que el día siguiente podrá iniciarse el traslado de los servicios sanitarios, de manera que «el centro volverá a estar operativo a final del mes de febrero», han asegurado las mismas fuentes oficiales.

MÁS DE UN AÑO / El pasado viernes, 1 de febrero, se cumplió justo un año desde que las puertas de estas instalaciones se cerraron con carácter preventivo, después de que el 31 de enero del 2018 se ordenara la evacuación urgente de todas las dependencias al detectarse una aparatosa grieta en un lateral del edificio.

Tras doce meses de cierre, tres de intervención y una inversión de 298,664,30 euros, el aspecto del inmueble es muy distinto al de la fachada desnuda de revestimiento que lo había caracterizado el último año. De hecho, ayer mismo, a pesar del andamiaje, se apreciaban los avances de los últimos días, en los que ya se ha colocado la carpintería metálica de todas las ventanas, una mejora que decidió incorporarse en el proyecto, de manera que la renovación exterior del centro de salud ha sido integral.

Desde Sanidad inciden en los pasos que se han seguido desde que los técnicos aconsejaron la clausura. «Tras el desprendimiento de parte de la fachada, los trabajos se iniciaron con una serie de catas arquitectónicas que concluyeron que la estructura no estaba dañada». Descartado ese primer temor, que habría tenido unas consecuencias incomparables dado que una simple reforma no habría sido suficiente, «se encargó y redactó un proyecto de obras que ha consistido en la sustitución del revestimiento y los ventanales». Si bien estaba previsto que en enero estuvieran concluidas, «las lluvias torrenciales de octubre lo retrasaron».

La noticia del fin de la reforma era la más esperada no solo para los usuarios que dependen de este centro de salud --se calcula que unos 10.000-- que han tenido que reubicarse, sino también para las autoridades municipales, porque el anunciado traslado acabará con una situación de excepcionalidad que ha concentrado la gran mayoría de los servicios sanitarios en la calle Octavi Ten, a excepción de los que tienen que ver con la salud sexual y reproductiva, que se ubicaron en una de les Casetes dels Mestres.