La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, y la concejala de Bienestar Social, Vanessa Batalla, visitaron ayer el edificio del centro de mayores (CEAM) para constatar «el continuo deterioro que sufre la infraestructura, que está paralizada a la espera de la licitación del fin de obra por parte de la Conselleria de Inclusión Social», indicaron fuentes municipales.

Marqués recordó que la Generalitat «ratificó que tenía la consignación económica para dar este paso hace más de un año y que requería de un informe que determinase que la estructura seguía siendo la correcta». «Nos pedía que informáramos sobre el plan de geotermia del proyecto y que documentáramos el estado de las obras en estos momentos», añadió. «Ese trabajo se envío en febrero del año 2016. Desde entonces, el Consell no ha tenido la voluntad política para sacar el proyecto adelante en una clara marginación hacia los vecinos de Benicàssim», criticó.

Las representantes municipales se han reunido ya en varias ocasiones con responsables del Gobierno autonómico por este asunto, «pero las buenas palabras y los compromisos se esfuman a la hora de la verdad». «Sabemos que todas las actuaciones que dependen de Valencia y que afectan a nuestra ciudad están siendo paralizadas, pero creemos que los benicenses no nos merecemos recibir este trato del Cap i Casal», apuntó la edila Batalla.

Al respecto, anunció que va a pedir inmediatamente un nuevo encuentro con la Generalitat para clarificar este asunto.

Haciendo un repaso del proyecto, la alcaldesa ha recordado que los arquitectos redactores del plan de finalización del CEAM aportaron hace más de un año un diseño de obra que contempla la terminación con un presupuesto de ejecución material que suma 1,7 millones de euros.

«A pesar de que el Ayuntamiento ha cumplido con las exigencias que se nos han pedido, la Generalitat sigue paralizando esta obra importantísima», lamentó.