Vecinos de Vilafranca y Mosqueruela (Teruel) han recogido 2.500 firmas para exigir a la Generalitat valenciana y al Gobierno de Aragón inversiones que impliquen la mejora definitiva de la carretera que conecta ambas localidades tras 30 años de espera. El vial tiene una longitud de 23 kilómetros, de los que 16 transcurren por la provincia de Teruel (A-1701) y siete por la de Castellón (CV-173). Las mejoras en el trazado que discurre por la Castellón se han limitado a las propias de mantenimiento, después de que llegara a diseñarse y presupuestarse un proyecto de mejora integral.

La carretera también es uno de los puntos de acceso a la autovía Mudéjar Teruel-Sagunto (la A-23) y las pistas de esquí situadas en Valdelinares.

Convertir esta carretera en un vial “digno” es clave para el “progreso” de ambas poblaciones, recuerdan desde los respectivos consistorios. H