Las obras de remodelación de la calle Encarnación Marzá ya han arrancado en Benicàssim. El vial permanecerá cerrado mientras se desarrollen los trabajos, que tendrán una duración de seis meses, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz, quien visitó las tareas junto a la edila de Servicios Sociales, Rosa Mari Gil.

La intervención se enmarca dentro de las acciones que el consistorio ejecuta para mejorar la accesibilidad en el medio urbano y una de las principales que emprenderán es la del citado vial. «Haremos una rampa para personas con diferentes capacidades, para que puedan pasar con carrito o silla de ruedas, hasta la plaza del Ayuntamiento. Ahora era inaccesible con estos medios, porque las dos calles que comunican, tanto desde les Oliveres como desde Santo Tomás y Médico Segarra, tienen una pendiente que no es practicable para estas personas», indicó Carlos Díaz.

A través de esa rampa, el responsable municipal dijo que este colectivo accederá hasta la casa consistorial y demás servicios municipales sin necesidad de ser transportados por un vehículo.

El proyecto consiste en la creación de dos escaleras laterales y una rampa central que comunicará la plaza de les Oliveres con la del consistorio. «El diseño será muy atractivo y la funcionalidad será muy importante para los vecinos», puntualizó Díaz.

PASO PROVISIONAL // Durante el desarrollo de las reformas en esta zona, han habilitado un acceso provisional desde la planta baja de la biblioteca a las oficinas de Recaudación, Servicios Sociales y Consumo, por lo que la entrada se realizará a través del edificio de la Casa de la Cultura.

Por otro lado, la plaza de les Oliveres tiene una parte cerrada, pero es practicable por abajo, dado que la más cercana a las obras se utiliza para los movimientos de carga y descarga de aporte de maquinaria. El edil quiso puntualizar que «la entrada a la sede de la Garrofera está libre».