El 2019 será el año de la tan reivindicada reforma del juzgado de paz de la Vall d’Uixó. Al menos eso se desprende de la decisión del equipo de gobierno de incluir una partida presupuestaria específica en el capítulo de inversiones para este ejercicio.

Según la concejala de Urbanismo, Francesca Bartolomé, la cantidad a destinar rondará los 70.000 euros, con los que harán efectiva la sentencia judicial que a principios de esta legislatura obligaba al Ayuntamiento a «adecuar las instalaciones a la norma de eficiencia energética» y solucionar problemas evidentes como las humedades o la falta de un espacio adecuado para preservar los documentos que se almacenan en el archivo histórico.

Bartolomé recuerda que fue el sindicato CCOO quien denunció ante los tribunales la precaria situación en la que se encuentra esta prestación dependiente de la Conselleria de Justicia por lo que respecta al personal, pero responsabilidad municipal en cuanto a garantizar el mantenimiento.

MEJORA INTEGRAL / El proyecto contempla una intervención interior «completa». Afectará a la zona de atención al público, en la planta baja, pero también al despacho del juez de paz, el archivo y el salón de actos del primer piso. Acondicionarán la habitación destinada a archivo, donde eliminarán las humedades, aunque la portavoz municipal destaca que el presupuesto «no incluye mobiliario». En cualquier caso, garantiza que las obras «dejarán un juzgado en condiciones». Algo que sucederá este año, aunque no han establecido una fecha exacta. Lo que sí avanza la edila es que los servicios que se prestan en la actualidad se trasladarán mientras dure la reforma a otra de las Casetes dels Mestres, en concreto al Espai d’Igualtat i Pau, donde están algunos médicos del centro de salud de Carbonaire, todavía cerrado.