Los propietarios de perros de Nules recibirán en breve una carta del Ayuntamiento en la que se les invitará a dar una muestra de ADN de su mascota, la cual se adjuntará a la información del animal que consta en el actual censo municipal. Este es el primer paso del proyecto con el que se quiere acabar con la insalubre presencia de heces caninas en la vía pública.

La prueba será gratis y voluntaria para permitir a las autoridades «tener una identificación única e imborrable de cada uno de los animales registrados», detalló ayer el concejal de Sanidad, Antoni Romero, quien defendió que entre sus verdaderas intenciones está contar «con una herramienta fiable para proteger a los animales, ya que el censo permitirá localizarlos en caso de pérdida, maltrato o abandono».

claves / Entre los objetivos estará comprobar la identidad del dueño, ya sea para contactar si su mascota se ha perdido o para imponer una sanción si constatan que alguno de los excrementos analizados en la calle es de su perro y no lo ha recogido.

Puede que este sea el principal hándicap de que se trate de una acción voluntaria. Es fácil deducir que el incivismo que lleva a alguien a no recoger las deposiciones de su can le persuadirá de facilitar su localización.

Romero señaló al respecto que el Registro Censal Canino Municipal es una obligación cívica de cualquier propietario y en cuanto a la prueba de ADN, se establece un plazo de solicitud que finalizará el 31 de marzo.

Pese a las dificultades de tratarse de una medida que depende de la predisposición a colaborar de los vecinos, el edil se mostró optimista atendiendo al balance que realizan ciudades que ya han implantado este tipo de acción, como sería el caso de Xàtiva, donde, según afirmó «tienen informes de la empresa de limpieza viaria que indican que el descenso de los excrementos en el núcleo urbano llega al 80%».

Otras decisiones que han afectado a la tenencia de perros son la habilitación de parques caninos en varias zonas de la localidad, que no han disminuido la presencia de heces en la calle, de ahí la apuesta por el ADN.